lunes, 23 de noviembre de 2009

¿Amor de Dios=perdon incondiconal porque no debemos juzgar?

Últimamente he recibido no pocas criticas, por la manera en que escribo y hablo, me han llamado falto de amor, radical, fanático, orgulloso, soberbio, etc., etc., aunque con toda honestidad, debo decir que ya estoy acostumbrado, me ha impresionado sin embargo, y al mismo tiempo me da tristeza, que muchas de las criticas provienen de gente que se dice cristiana y otras mas de ministros que se supone son maduros y con un profundo conocimiento de la Palabra de Dios.

Aunque debo confesar que en un principio empezaba a sentirme frustrado, ya he superado esa etapa gracias a Dios, además que debo mencionar que he recibido también algunas palabras de animo de un puñado de hermanos que han sido bendecidos y confió en que muchos otros también están siendo bendecidos por la palabra de Dios. Como dije en uno de los artículos anteriores, nuestra única fuente de autoridad es la Palabra de Dios, la Biblia; cualquier cosa que se diga o escriba que no este de acuerdo con ella, debe ser rechazado inmediatamente.

La mayoría de las veces el argumento mejor usado es: el amor de Dios y su perdón, sin olvidar el típico “no juzguéis para que no seáis juzgados”.

Definitivamente me he dado cuenta que la mayoría de los cristianos y muchos ministros tienen una falsa idea de estos conceptos bíblicos, las definiciones del amor de Dios y de su perdón que nos han sido enseñadas han sido erróneas, o al menos las hemos entendido erróneamente, ni que decir de la interpretación que se ha manejado siempre sobre los pasajes que nos hablan sobre juzgar.

Así que, con esto en mente, quisiera compartir con ustedes, que es lo que nos dice la Biblia al respecto, como siempre les recuerdo que al final de este artículo hay un espacio para cometarios, los cuales, todos, son bienvenidos.

El amor de Dios en la Biblia, es una doctrina sagrada, creo en ella, y la comparto con otros, pues viene directamente del corazón de Dios, la Biblia nos dice que, Dios es amor. Pero lo que se enseña hoy en día en la Iglesia (hablo en general), es muy distinto, a lo que nos enseña la Biblia.

Cuando algún miembro de la Iglesia cae en pecado y mas si este tiene algún tipo de participación, o es diacono, alguien con influencia, y ni que decir si es alguien que contribuye económicamente en una manera fuerte, el pastor automáticamente se pone en pie y comienza a predicar del amor de Dios, dando la impresión de que todos deben de tener amor y callar en cuanto al pecado. Por supuesto, ni para que mencionar si la persona en pecado es alguien de su familia directa, “hay que tener amor y paciencia”, pero ni una palabra se escucha en cuanto a la pena del pecado o la disciplina que se debe aplicar para quitar la levadura de la masa, 1Corintios 5:11-13, “…Si alguno llamándose hermano fuere fornicario, o avaro, o idolatra, o maldiciente, o borracho, o ladrón, con el tal ni aun comáis…quitad pues a ese perverso de entre vosotros.” Este pasaje es ignorado olímpicamente en tales casos.

Es increíble que un líder o pastor pida que se perdone a alguien incondicionalmente, en nombre del amor de Dios, cuando esto, no es lo que la Biblia nos enseña. Veamos:

Efesios 4:32, “Antes sed benignos unos con otros, misericordiosos, perdonándoos unos a otros, como Dios también os perdono a vosotros en Cristo.”

Colosenses 3:13, “soportándoos unos a otros, y perdonándoos unos a otros si alguno tuviere queja contra otro. De la manera que Cristo os perdono, así también hacedlo vosotros.”

Si ponemos atención a los pasajes, podemos notar en la parte que esta subrayada, que esas frases nos están sugiriendo una condicionante, “como Dios”, “de la manera que Cristo”. Debe haber una semejanza real entre el perdón divino y el perdón cristiano.

¿Nos perdona Dios incondicionalmente sin que haya arrepentimiento de por medio? NO

La Palabra de Dios nos dice en Hechos 5:31, “A este, Dios a exaltado con su diestra por Príncipe y Salvador, para dar a Israel arrepentimiento y perdón de pecados.”

Lucas 13:3 dice, “Os digo: No; antes si no os arrepentís, todos pereceréis igualmente.”

Hechos 3:19 dice, “así que, arrepentíos y convertíos, para que sean borrados vuestros pecados…”

Spurgeon lo explico de la siguiente manera, dijo: El arrepentimiento debe ser compañero del perdón, y verás que así es, pensando un poco sobre el caso. No es posible que se conceda el perdón a un pecador impenitente. Tal cosa le confirmaría en sus malos caminos y le haría pensar poco en la culpa del pecado. Si el Señor dijera: “Tú amas al pecado, vives en él y vas de mal en peor, pero no importa yo te perdono”, esto equivaldría a la proclamación de una infame libertad de pecar.

Equivaldría a socavar los fundamentos de todo orden social, resultando de ello la anarquía moral. No podría yo explicar los escándalos innumerables que resultarían indefectiblemente, si se pudieran separar el arrepentimiento y el perdón remitiéndose el pecado mientras que el pecador lo amara como siempre. Es del todo natural que si creemos en la santidad de Dios, es positivo que si continuamos en el pecado no queriendo arrepentirnos del mismo, no podemos esperar que Dios nos perdone, pero, sí, que recogeremos las consecuencias de nuestra terquedad.

Según la bondad infinita de Dios se nos promete que, si abandonamos nuestro pecado confesándolo, aceptando por fe la gracia que está en Cristo Jesús, Dios “es fiel y justo para que nos perdone nuestros pecados, y nos limpie de toda maldad”. Pero mientras tanto que Dios viva, no puede haber promesa de misericordia para los que continúan en sus malos caminos negándose a reconocer sus transgresiones.

Ciertamente no hay rebelde que pueda esperar que su rey le perdone mientras que prosiga en rebeldía manifiesta. Nadie puede ser tan loco que se imagine que el Juez de toda la tierra borre nuestros pecados, si rehusamos arrepentirnos y confesarlos nosotros mismos.

Muchos cristianos creen que perdonar incondicionalmente los hace parecerse mas a Cristo, pero ellos no se dan cuenta de que con su inmadurez pueden causar daño a otras personas o a una congregación en general.

El perdón incondicional que ofrecen en nombre del amor de Dios suele ser muy destructor y por lo general causa daños irreparables. Si en una iglesia un hermano ha ofendido, o causado mal a otros hermanos o ha cometido pecado en su vida personal, y los lideres o el pastor de la iglesia no toman medidas buscando el arrepentimiento del ofensor, el cual deberá manifestarse como dice la palabra, en frutos dignos de arrepentimiento, y simplemente lo dejan seguir congregándose, y si ocupaba alguna posición ministerial que la sigua ejerciendo. Al tiempo la persona volverá a cometer la misma ofensa o a violar la moral bíblica (sea cual fuere el caso) y nuevamente por conservar la paz (temor en realidad) o expresar “el amor de Cristo” no se toma para la persona ninguna medida disciplinaria, sino nuevamente, se le perdonara incondicionalmente. ¿no es acaso eso fomentar el pecado? ¿Acaso la falta de corrección apropiada, no será la causante de que una persona continué en su conducta nociva? ¿No se convierten los perdonadores amorosos, en cómplices del pecado?

Esta actitud pasiva en los líderes y pastores, en lugar de ser un acto de amor, es en realidad una violación de los principios del amor de Dios claramente expresado en la Biblia.

La enseñanza del amor de Dios en la Biblia no pasa por alto el pecado, tampoco da cabida para que alguien se salga con la suya y siga en pecado, o simplemente se ignore dicho pecado y ya.

A muchos he escuchado últimamente decir, “es que si le decimos a la gente que no están caminando de acuerdo a lo que Dios manda en su Palabra, se pueden sentir condenados y se pueden ir de la iglesia” pero permítanme decirles algo, si no se le va a decir a la gente que el juicio de Dios va a venir sobre ellos si no se arrepienten de sus pecados, entonces ¿para que se les habla del amor de Dios?

¿Porque les da tanto miedo a los pastores y lideres de las iglesias predicar sobre el pecado y el juicio que Dios traerá sobre aquellos que no se arrepientan? Pablo le dijo a Timoteo, “A los que pecaren, repréndelos delante de todos, para que los demás también teman” (1aTimoteo 5:20), a Tito le dijo: “repréndelos duramente, para que sean sanos en la fe” (Tito 1:13).

¿Qué ha pasado en este tiempo? ¿Cambio Dios? ¿Cambio el Espíritu Santo que nos traía convicciones en cuanto al pecado? ¡NO! Dios sigue siendo el mismo y Su Palabra no ha cambiado en absoluto.

¿Quién es el culpable de todos los pecados que se comenten en la Iglesia (hablo en general) por los llamados cristianos? ¿Quién esta pasando por alto estas cosas, y permitiendo que estas personas sigan asistiendo a la iglesia y que incluso muchos de ellos sigan en posiciones de responsabilidad en la iglesia?, ¿El diablo?, ¿No son los pastores, que ya no pronuncian palabra en contra del pecado? Isaías 56:10 dice, “Sus atalayas son ciegos, todos ellos ignorantes; todos ellos perros mudos, no pueden ladrar; soñolientos, echados, aman el dormir.”

Ezequiel 34:1-22; ¿Son ya los pastores mas sabios que Dios? Por eso no quieren exponer el pecado ni quieren disciplinar a los miembros? O es acaso que lo único que les interesa es que no se vayan a ir de la iglesia, y dejen de recibir los diezmos y las ofrendas, en lugar de confiar en Dios para la provisión de todo lo necesario?
¿O es que los pastores y líderes no saben como gobernar sus casas en el temor y la amonestación del Señor, y sufren de la plaga por falta de convicción de la Palabra de Dios para poder sujetar a sus esposas e hijos a los mandatos de Dios? ¿Y por no querer o no poder poner orden en su familia, no pueden predicar en contra de los pecados de los miembros de la iglesia? y mejor jugamos a la iglesita, reunimos los diezmos y las ofrendas y nos acomodamos para vivir del evangelio, prometiendo al “pueblo de Dios” que iran al cielo, sabiendo que están mintiendo, pues Dios ha dicho claramente que son enemigos de El, porque “la amistad con el mundo es enemistad contra El” Santiago 4:4.

¿Dónde están los profetas verdaderos de Dios que con toda firmeza estarán de pie para reprender el pecado y limpiar la casa de Dios de todas las abominaciones que en ella se cometen hoy día?
La casa de Dios ha de ser llamada Casa de Oración para todas las naciones, pero hoy en día esta convertida en una pasarela de modas, y en un sitio para exhibir los pecados de “Sodoma y Gomorra”, desafiando de esta manera a Dios en Su propia casa, quien ha dicho: “…La santidad conviene a tu casa, oh Jehová, por los siglos y para siempre.” (Salmos 93:5b).

¡Dios enfrento a David con su pecado! Pero hoy en día nos dicen que usemos de sabiduría y no digamos nada… pero Dios dice en Su Palabra… amonesta… reprende… apártate.

Jesús hablo al pueblo muy claramente de sus pecados, y no dejo cobija para sus pecados, Juan 15:22, “Si no hubiera venido, ni les hubiera hablado, no tendrían pecado, mas ahora no tienen excusa de su pecado.”

El apóstol Pablo no anduvo dándole la vuelta en su predicación al pecado, ni menciono al pecado en general, antes lo definió, y hablo de el por su nombre correcto y explico claramente como esos pecados serian castigados por Dios y siempre termino diciendo: “Los que hacen tales cosas no heredaran el reino de Dios.” (Efesios 5; Galatas 5; Judas; 2Juan 9).

Todo líder o pastor que no predica la santidad y la justicia de Dios, no es de Dios, y la verdad es que el mismo no esta viviendo en santidad. No importa cuanto lo busquen para predicar, o cuantas personas tenga como seguidoras, o cuanta emoción pueda presentar, ni las maravillas y milagros que haga en el nombre de Jesús (Mateo 7:22,23).

Regresemos a la Palabra de Dios tal y como esta, sin agregarle ni quitarle; prediquemos lo que dice Dios en estos últimos días que nos quedan antes de la venida de Cristo.

Y como ya se que muchos que leyeron hasta aquí estarán pensando seguramente, en escribirme: La Biblia dice en Mateo 7:1, “No juzguéis para que no seáis juzgados”

Me gustaría por cierto preguntarles, ¿se sienten juzgados por mi? o ¿es la Palabra de Dios quien les esta juzgando?

¿Prohíben las palabras de Jesús del texto anterior juzgar a los falsos maestros o las vidas inmorales de la gente?

Pues que creen, que NO, la Biblia no prohíbe juzgar.

Lo que la Palabra de Dios nos prohíbe es juzgar hipócritamente (Mateo 7:1-5; 23:1-3). Si seguimos leyendo los versículos a continuación, veremos que Cristo se refirió a aquellos que condenando ciertos pecados eran culpables de cometerlos ellos también.

La Palabra de Dios nos prohíbe juzgar injustamente (Juan 7:24), es decir, no debemos juzgar superficialmente, sin conocer suficientes datos y evidencia.

La Palabra de Dios nos prohíbe juzgar presuntuosamente, es decir, juzgar la espiritualidad, madurez o inmadurez de otros creyentes. Por ejemplo, si algún creyente ha decidido no comer carne de cerdo, o no celebrar los cumpleaños.

¿Cuándo es correcto juzgar?

juzgar entre la verdad y el error, entre lo malo y lo bueno, entre la sana y la falsa doctrina- 1aTesalonicenses 5:21 (examinadlo todo), Hechos 17:11 (los de Berea); 2aPedro 2:1; 1aJuan 4:1,2; Judas 17. Basados en el hecho de que es correcto juzgar entre lo malo y lo bueno, el discernimiento y la revelación que Dios nos ha dado nos permite llegar a una conclusión bastante precisa.

Es correcto juzgar a pecadores no arrepentidos dentro de la iglesia- Mateo 18:15-18; 1aCorintios 5:9-13.

Es correcto juzgar a falsos maestros de falsas versiones del cristianismo- Romanos 16:17; Galatas 1:6-9; 2aTimoteo 3:16, 4:14; Tito 3:10,11.

Es correcto juzgar falsos profetas- Deuteronomio 13:1-5, 18:20-22.

Es correcto juzgar a quienes viven una vida de pecado y denunciar el error por si así se arrepienten- Romanos 1:29-32; 1aCorintios 6:9-11; Efesios 5:11; 1aJuan 2:4.

¿No debemos juzgar los cristianos el destino eterno de una persona?

Si se supone que no podemos juzgar con cierto grado de certidumbre (solo Dios conoce al 100%) si una persona es salva o no, nadie podría ser bautizado, o hacerse miembro de una iglesia evangélica, o ser ordenado para el ministerio en la iglesia.

El apóstol Pablo dijo que no nos dejáramos engañar por cierta gente, si son paganos o falsos maestros, debemos decirlo.

Y lo que me ha causado más criticas últimamente, es decir: que si alguien reclama ser cristiano pero no obedece la ley de Dios, es muy probable que el tal no sea salvo. Pero el mismo Juan nos dice en 1aJuan 2:4, “El que dice: yo le conozco, y no guarda sus mandamientos el tal es mentiroso, y la verdad no esta en el.” Pueden leer también 1aCorintios 6:9-11 y Galatas 5:19-21.

Así que lo más amoroso que podemos hacer es juzgar a la gente de acuerdo con el criterio bíblico.

Dios les bendiga

miércoles, 18 de noviembre de 2009

¿Arrepentirme yo?

Lucas 13:2-5, “Respondiendo Jesús, les dijo: ¿Pensais que estos galileos, porque padecieron tales cosas, eran mas pecadores que todos los galileos? Os digo: No; antes si no os arrepentis, todos perecereis igualmente. O aquellos dieciocho sobre los cuales cayo la torre en Siloe, y los mato, ¿pensais que eran mas culpables que todos los hombres que habitan en Jerusalén? Os digo: No; antes si no os arrepentis, todos perecereis igualmente.

Creo que todos podemos notar muy claramente, que Jesús esta haciendo una exhortacion al arrepentimiento en este pasaje.

Pero ¿Qué es el arrepentimiento?

La palabra griega usada en el N.T. es metanoeim la cual se traduce normalmente como arrepentirse. Pero este verbo griego tiene un significado definido que es “cambiar de idea”, lo cual nos lleva al entendimiento de que en el N.T. el arrepentimiento no es un sentimiento , sino una decisión.

El conocimiento de esta realidad sirve para disipar muchas impresiones e ideas falsas relacionadas con el arrepentimiento. Mucha gente asocia el arrepentimiento con las emociones, con derramar lágrimas y cosas semejantes. Es posible, sin embargo, que una persona se emocione mucho y derrame muchas lágrimas, y sin embargo, jamás se arrepienta en el sentido bíblico. Otras personas asocian el arrepentimiento con ritos o ceremonias religiosas especiales, lo que llaman hacer penitencia. Pero también aquí se aplica lo mismo: es posible cumplir con muchos ritos y ceremonias religiosas y jamás arrepentirse en el sentido bíblico.

El arrepentimiento como sentimiento natural, es un deber comun que no merece ninguna alabanza, en verdad, es un sentimiento tan comúnmente mezclado con el temor egoísta de castigo, que su mejor precio es de poca monta.

Lucas 15:11-32, en este pasaje, se nos cuenta la parabola del hijo prodigo, que todos ustedes conocen, es el ejemplo perfecto del verdadero arrepentimiento, el arrepentimiento biblico. Leemos que el hijo pródigo dio la espalda a su padre y al hogar, y partió a una tierra lejana, donde malgastó todo lo que tenía viviendo en pecado y disipación. Al final volvió en sí, hambriento, solo y en harapos, sentado en medio de cerdos, deseando algo con qué llenar su estómago. En este punto toma una decisión y dice: (v.18)”Me levantaré e iré a mi padre” (decisión interna). Inmediatamente llevó a cabo su decisión: (v.20)“Y levantándose vino a su padre” (accion externa).
Este es el verdadero arrepentimiento: primero, la decisión interna; después la acción externa resultado de esa decisión: el acto de regresar a su padre y al hogar.

En su condición pecaminosa e impenitente, cada hombre que ha nacido ha dado la espalda a Dios, su Padre, y al cielo, su hogar. Cada paso que da lo aleja de Dios y del cielo. La luz queda a su espalda y las sombras delante de él. Cuanto más camina, más largas y oscuras las sombras. Cada paso que da es un paso que lo acerca al final; un paso más cerca de la tumba, más cerca del infierno, más cerca de las tinieblas infinitas de una eternidad perdida.

Todo hombre que toma este curso, tiene que hacer algo esencial: detenerse, cambiar de idea, cambiar su curso, volverse en dirección contraria, dar su espalda a las sombras y su frente a la luz.

Un soldado dio una de las mejores definiciones del arrepentimiento. Cuando le preguntaron, dijo: El Señor me dijo Alto. Atención. Media vuelta a la derecha. Marche. Y eso fue todo..

En la Biblia, este primer y esencial acto se llama arrepentimiento. Es el primer acto que debe realizar cualquier pecador que desee reconciliarse con Dios.

En terminos generales, el arrepentimiento abarca un aumento de verdadero discernimiento que lleva al pecador a desesperar de si mismo y rechazar toda idea de una redencion por sus propios esfuerzos. Rom. 7:24.

¿Por qué es importante el arrepentimiento?

Porque del arrepentimiento verdadero viene la fe. Hechos 20:21. y tambien nos prepara para creer en Jesucristo, como Salvador, y Rey y Señor. Mateo 3:2, Mr. 1:3,15.

El arrepentimiento produce la habilidad de creer, confiar en Dios por la fe, para que recibamos la justificación de Dios para heredar la vida eterna.

El arrepentimiento es el primer paso, para empezar a caminar por el sendero de la salvacion que Dios ha provisto para la humanidad perdida, a traves de la muerte y resurrección de Jesucristo,

Pero tal vez tu te estes preguntando, ¿de que debo arrepentirme? Soy una buena persona, no he hecho nada malo, soy honrada, amable, responsable, leal, etc.

Yo te preguntaria, ¿estas seguro?. La Biblia aun dice en Romanos 3:10-12, “Como esta escrito: No hay justo, ni aun uno; No hay quien entienda, no hay quien busque a Dios. Todos se desviaron, a una se hicieron inútiles; no hay quien haga lo bueno, no hay ni siquiera uno.”

En otras palabras, tu, estimado lector, eres pecador, no importa que tan buen concepto tengas de ti mismo, o que tan buen concepto tengan otras personas de ti, la Biblia sigue diciendo: “Por cuanto todos pecaron, y estan destituidos de la Gloria de Dios.”

Antes de continuar, definamos que es el pecado.

En la Biblia la palabra pecado se traduce de la palabra griega hamartia que literalmente significa “errar el blanco”; podemos relacionarlo con alguna clase de fallo negativo.
De acuerdo a la Palabra de Dios, el pecado es: toda transgresion voluntaria y la falta de conformidad a la voluntad y al carácter de Dios. Por ejemplo Romanos 1:32 nos dice: “quienes habiendo entendido el juicio de Dios, que los que practican tales cosas son dignos de muerte, no solo las hacen, sino aun se complacen con los que las practican”.

Pero antes de ver cuales son estas cosas a las cuales el pasaje enterior se refiere, tal vez, estimado lector, te preguntes ¿de donde surgio el pecado? O ¿Por qué hay pecado en el mundo? O mejor aun ¿Cómo se que algo es pecado? la respuesta es muy sencilla.

La Biblia nos narra la caida historica del hombre (Genesis 3). Esta fue de un estado de rectitud y santidad a un estado de pecado y condenación. Ninguna otra explicación es valida para entender el aspecto siniestro del ser humano.

El pecado de Adan fue: DESOBEDIENCIA, desobedecio el mandato que Dios le habia dado, se rebelo con incredulidad y orgullo al mandato divino al escuchar las palabras de la serpiente (satanas), deseo ser como Dios, y satisfizo impiamente ese deseo, comiendo del fruto que le habia sido mandado no comer.
El hombre fue creado a la imagen de Dios, pero después de su caida paso a ser portador tambien de la imagen de satanas, en el sentido de que hizo en el nivel humano, lo que satanas hizo en la dimension espiritual. De ahí proviene la metáfora rabinica que define a los hombres como “hijos del diablo”, esta metáfora por cierto fue usada por Jesús mismo en Juan 8:38-44. Que quede claro que esto no quiere decir que los hombres ya no sean portadores de la imagen de Dios, Santiago 3:9 establece que los humanos somos hechos a semejanza de Dios, pero esta imagen ha sido manchada y opacada por el pecado del hombre. El hombre sigue siendo hombre, pero es ahora un hombre pecador.

Creo que esto es muy sencillo de entender para cualquiera, que en forma honesta, pueda analizar y contemplar su carácter y personalidad inadecuada.

Basta con voltear a mirar a nuestro alrededor y seguramente surgira la pregunta ¿Por qué el hombre comete las maldades que comete? El pecado y la maldad es algo que no podemos negar, porque lo vemos a diario, es una realidad existente e inegable.

No hay forma de escaparse de la realidad del pecado del hombre y sus tragicas consecuencias. Romanos 7:21 dice: “Asi que, queriendo yo hacer el bien, hallo esta ley: que el mal esta en mi.”

Asi que, si no aceptamos la historia biblica de la caida del hombre, entonces no hay ninguna otra explicación para la condicion actual del ser humano.

La Biblia al ser la Palabra de Dios, es la que nos da la pauta y nos marca cual es el camino del bien.

Ahora bien, tal vez haya entre los lectores, algunos que piensen que la Biblia no debe o no puede ser la pauta para definir lo que es malo. Sin embargo, estoy seguro que continuamente en sus vidas definen ciertas cosas o experiencias como malas. Al hacerlo, implícitamente estan usando un estandar de bien para juzgar y ademas estan juzgando que esas cosas o experiencias no son como debieran ser. En otras palabras, usted tiene una nocion de lo que es bueno y reconoce que hay una realidad que corresponde con el Bien Supremo. Este ultimo es un sinonimo de Dios.

Cuándo usted juzga algo como malo, ¿de donde saca usted la norma de bien para juzgarlo como malo?

Si negamos la veracidad y autoridad de la Biblia como Palabra de Dios, estamos implicitamente negando la existencia de Dios. ¿De donde pues, sacamos entonces, que existe el bien y el mal? Tendriamos entonces que crear nuestros propios valores morales, lo cual es algo imposible de hacer, ¿Por qué? Muy sencillo. Veamos un ejemplo.

Hace algun tiempo, a un famoso especialista en logica, llamado Bertrand Russell se le pregunto en base a que condenaba las acciones de Hitler, contesto: que Hitler era malvado porque “la mayoria de la gente esta de acuerdo conmigo”; ¿se puede afirmar que algo es verdad solo porque mucha gente esta de acuerdo con ello? Seguramente han escuchado aquel dicho que reza: “mal de muchos consuelo de tontos”.

Sin embargo, cuando a Bertrand se le presiono para que dijera como es que el distinguia entre el bien y el mal, expreso: “por mis propios sentimientos”; ¿se puede afirmar que algo es verdad en base a las circunstancias de la persona? Lo que Russell quiso decir, fue: “debido a mis sentimientos personales, Hitler es malo”, si esa respuesta hubiese sido correcta, estoy seguro que si le hubieran podido preguntar a Hitler en ese momento, el habria contestado exactamente lo mismo, que debido a sus sentimientos, la matanza de 6 millones de judios estaba perfectamente justificada.

Asi que, estimado lector, creo que podemos concluir que usted y yo no estamos en condiciones de emitir ningun juicio sobre lo que es malo o bueno. Eso es algo que Dios ya se encargo de hacer, El ha dado un mandamiento (modelo de justicia) a los hombres, junto con su presencia, para que le teman y no pequen (Exodo 20:3-18,20).
El pecado es siempre contra Dios, aun cuando pueda ser dirigido contra seres humanos.

Como ya dijimos el pecado es universal en la humanidad, ya que es herencia de Adan para el ser humano, desde su concepción y esta presente en su naturaleza.

El estado del ser humano es tal, que existe total ausencia de esperanza para solucionar su problema de pecado pos si mismo. Solo Cristo lo puede salvar.

Asi que veamos de acuerdo a la Biblia algunos de los pecados que Dios define y de los cuales debemos arrepentirnos (porque estoy seguro que todos hemos cometido no uno, sino varios).

Pecados contra Dios y sus mandamientos.

Adulterio –Moicheia –relación sexual ilícita. Mt. 5:32; 15:18, 19; 5:27, 28. –Violar la cama matrimonial –malas intenciones.

Fornicación –Porneia –Inmundicia por personas no casadas.
Mr. 7:21.

Inmundicia –Akatharsia –lo opuesto a la pureza: sodomía, homosexualidad, lesbianismo, pederastia, bestialidad y todas las formas de perversión sexual. Ro. 1:21-32.

Pecados contra otros.

Lascivia –aselgeia –promover o participar de lo que tiende a producir emociones sensuales, lujuriosas. Ef. 4:19.

Disolución –glotonería– palabras impuras, gestos, bromas de inmoralidad, vistas no santas.

Idolatría –la adoración a otra cosa.

-Eidololatreia. Poner los afectos con pasión; admiración extravagante. Ef. 5:5.

Hechicería –meterse a lo invisible –espiritismo.

Pharmakeia –trato con los malos espíritus –encantamientos mágicos, potajes –pócimas, drogas.

Ap. 22:15 preguntar a los muertos, liga con el diablo. Buscar lo malo y lo bueno.

Amargura contra otra persona.

Enemistades –fuego consumidor.

-Echtra. Lc. 23:12, aborrecimiento, malicia, mala voluntad, enojo.

Pleitos –violencia, contenciones, facciones, grupos sectarios.

-Eris –disensión. Ro. 1:29.

Celos –emulaciones, buscar lo que otro tiene para apropiarse de ello. Espíritu de rivalidad –el sobresalir y pasar a los demás. Hch. 13:45.

-Zeloi.

Ira –Explosión de pasión.

–Thumos –pasiones turbulentas. Lc. 4:28.

–Contradicciones perpetuas.

Contiendas –Eritheia –contención. Fil. 2:3.

Disensiones –planes, contra otros.

–dichostasia –división, sedición, partidos, facciones. Ro. 16:17.

Herejías –principios malos –error, oposición a la verdad –minar.

–Hiaresis I Co. 11:19.

Envidias –actitud agria del alma –lastimar.

–Phtonoi –pena, mala voluntad y celo de la bendición en los demás. Tit. 3:3.

Homicidios –intento o acto de tomar la vida de otra persona. Despojar la felicidad de otro.

Aborrecimiento. I Jn. 3:15.

–Phonoi.

Pecados de exceso personal.

Borracheras –el excitar las pasiones.

-Methai –esclavo de la bebida. Lc. 21:34.

Banqueteos. Orgías –cantos lascivos –la locura de los placeres de esta vida asociaciones pecaminosas. Jer. 17:9, 10.

Fiestas con música obscena- I P. 4:3.

-Koroi.

Y cosas semejantes a éstas.

Pecados.

Pecados sexuales: adulterio, fornicación, lascivia.

Prácticas paganas: idolatría, hechicería.

Pecados de pasión y sedición: enemistades, pleitos, celos, ira, contienda. Disensiones, divisiones, envidias.

Pecados de indulgencia: borracheras, orgías.

Consecuencia = no heredarán el reino.

Varios.

Obras:

1-4 Pecados de lujuria.

5, 6 Pecados de impiedad y superstición.

7-15 Pecados de temperancia.

16, 17 Pecados de apetito.

Lo ves estimado lector, no hay nadie en este mundo que pueda decir, no he pecado, todos estamos bajo pecado, por consiguiente todos necesitamos y debemos arrepentirnos de nuestros malos procederes. Si no lo hacemos, Dios dice que pereceremos, y perecer en nuestros pecados, significa ser echado al infierno por toda la eternidad, completamente separados de Dios para siempre.

Estar bajo pecado significa, desde el punto de vista divino, no contar con merito alguno que contribuya a nuestra salvacion. Eso incluye el arrepentimiento.

Entonces te preguntaras, estimado lector, ¿como puedo arrepentirme, si no tengo la capacidad para hacerlo? Nuevamente la respuesta es sencilla. Veamos lo que nos dice la Palabra de Dios al respecto. Hechos 5:31, “A este (Jesuscristo), Dios ha exaltado con su diestra por Principe y Salvador, para dar a Israel arrepentimiento y perdon de pecados.”

¡Gloria a Dios! Tanto el arrepentimiento como el perdon que le sigue, emanan de la misma fuente, son dones del Salvador. Cristo Jesús desde su gloria, esta presto a conceder estas dos cosas a todas las personas. Por lo tanto estimado lector, no busques en ningun otro lado, ni en ningun otra fuente, ni el arrepentimiento, ni el perdon. Solo en Jesús encontraras ambos. El quiere dartelos ahora mismo gratuitamente. No olvides que Jesús da todo lo necesario para la salvacion.

El Espiritu de Dios es quien nos ilumina para que podamos ver lo que es el pecado haciendolo repugnante a nuestra vista. Ademas el Espiritu de Dios nos vuelve hacia la santidad, haciendonos apreciarla de corazon, amarla y desearla, y asi nos comunica un impulso, por el cual somos llevados adelante paso a paso por el camino de la santidad.
Efesios 2:13 dice, “porque Dios es el que en vosotros produce asi el querer como el hacer, por su buena voluntad.” Todo esto a traves de su Espiritu Santo.
Sometamonos al Espiritu ahora mismo para que nos guie a Jesús, quien nos dara abundantemente la doble bendicion del arrepentimiento y del perdon.

Estimado lector, acude en espiritu al calvario y contempla la pasion y muerte de Jesús. Mira hacia arriba, de donde viene tu socorro. El Espiritu Santo ha venido expresamente para hacer sombra al espiritu de los hombres y engendrar en ellos el arrepentimiento.

Desde la diestra de Dios, nuestro Señor Jesús gobierna las cosas de la tierra haciendolas cooperar para la salvacion de sus redimidos. Dios usa tanto las penas como las alegrias, la salud y la enfermedad, la abundancia y la escasez, para producir en los pecadores algun cambio de mente hacia Dios. Si estas pasando por alguna de estas circunstancias, piensa que tal vez Jesús esta obrando a traves de ellas, para llamarte hacia El.

A menudo, estimado lector, la misericordia de Dios viene cabalgando hacia nuestra puerta sobre el jinete negro de la aflicción.

¡Que maravillosa gracia!

Si tu has sido criado a la luz cristiana mas resplandeciente y a pesar de ello lo has rechazado, aun hay esperanza para ti. A pesar de tu pecado, contra la conciencia, contra el Espiritu Santo, contra el amor de Jesús, todavía hay lugar para el arrepentimiento. Aunque tu corazon se halle endurecido como piedra, es posible que sea ablandado, ¿sabes porque? Porque Jesús ha sido ensalzado y revestido de poder infinito.

Tal vez has resistido al Señor Jesús por muchos años, pero aun en ti puede obrar el Señor el arrepentimiento.

Si duda alguna la contemplación de la muerte de Cristo es uno de los modos mas seguros y efectivos para alcanzar el arrepentimiento.

Aquel que murio derramando hasta la ultima gota de su sangre por ti, puede hacer que tu mueras al pecado mediante su Espiritu de Gracia; y el que ha entrado en la gloria para tu bien, puede conducir tu alma en pos de si, hacia la santidad, dejando atrás el pecado.

No lo olvides estimado lector.

CRISTO ES TODO.

POR GRACIA SOMOS SALVOS.