miércoles, 30 de septiembre de 2009

¿Se vale cuestionar?

Hace algún tiempo, en una platica que sostuve con mi padre, estábamos comentando acerca de la enseñanza en la iglesia, durante la platica el me comento algo; hacia tiempo que estaba discipulando a algunos muchachos de un grupo de casa en el cual, el estaba a cargo, tenían tiempo ya participando en las actividades del grupo, entre ellas predicando la Palabra, pero había algo que hacían casi todos al momento de enseñar la palabra, y era, que continuamente decían: “el hno. Fulano de tal dice” haciendo referencia a las palabras de algunos de los ministros (pastor, apóstol, ancianos, incluso a mi papa, etc.) que conformaban el gobierno de la iglesia local a la cual asistían los que conformaban este grupo de casa.
Entonces los llamo y les dijo: muchachos, cuando predican la palabra al pueblo de Dios, esta bien mencionar ocasionalmente las palabras de algún ministro, si esto ayuda a un mejor entendimiento de lo que están ministrando, pero no para darle algún tipo de autoridad a lo que están diciendo, cada vez que ministren la palabra, lo único valido, lo que va a dar un verdadero respaldo a lo que estén enseñando es:
LA PALABRA DE DIOS DICE ESTO. Solo las Escrituras deben ser citadas como fuente de absoluta autoridad.

Yo creo que eso es algo común en muchos de nosotros como cristianos, tenemos la tendencia a tomar lo que dice el pastor o el “ministro” como si hubiese sido hablado por Dios mismo, pero, te has preguntado alguna vez:

¿Todo lo que se predica desde un altar o púlpito procede de Dios, lo inspira Él? ¿Todo cuanto se enseña en las iglesias es infalible y confiable? ¿Debo someterme a las autoridades que nos presiden sin cuestionarlas ni sopesar las cosas? ¿Y si en algún momento esas enseñanzas contravienen las cosas que la propia Biblia enseña, qué hago? ¿Tengo derecho a investigar las palabras de un predicador en supuesta autoridad para ver si hay engaño o error en ellas? ¿Dudar acerca de la veracidad de lo que nos enseñan, es pecado? ¿Incurro en murmuración u otra falta si expreso mi opinión contraria a algo que me enseñan?

Casi puedo escuchar lo que muchos de ustedes estarán pensando al momento de leer estas preguntas, el simple hecho de pensar en esto constituye un pecado serio, una transgresión de todo lo que se nos ha enseñado.

Pero, ¿dirá algo la Biblia al respecto?

Veamos lo que se nos dice en el libro de Los Hechos 17:11, “Y fueron estos mas nobles que los que estaban en Tesalónica, pues recibieron la palabra con toda solicitud, escudriñando cada día las Escrituras, si estas cosas eran así”.
(Les sugiero que lean todo el capitulo, aunque ahora nos enfocaremos en el verso 11)

Vayamos por partes.
1. “Eran mas nobles que los de Tesalónica”, aquí vemos una descripción del carácter de los judíos de Berea. El adjetivo griego eugenes aquí significa, o hace referencia, no al rango social, sino mas bien a que eran “de mente abierta”, es decir menos apasionados, y mas sinceros que los de Tesalónica.
2. Estas cualidades se pueden observar en los dos detalles que se mencionan a continuación:
a) “Recibieron la palabra con toda solicitud” (literalmente buena disposición o animo), pues su nobleza de carácter se echaba de ver en su ausencia de prejuicios, sin llegar a ser crédulos, ya que.
b) “escudriñaban cada día (después de la predicación de Pablo) las escrituras (el AT) para ver si estas cosas (lo que Pablo decía) eran así”.

¿Acaso tenían en poco la autoridad de un apóstol como Pablo? NO, ni en poco ni en mucho, era la primera vez que lo oían. Pero estos judíos de Berea nos dan una gran lección a los hombres y mujeres de todos los tiempos, que es:
“NO HAY JERARCA” en este mundo que pueda imponernos con su autoridad una doctrina, a menos que esta, este 100% basada en la Palabra de Dios.

Este es un tiempo en el que debemos aprender a aplicar un filtro a todo lo que escuchamos en nuestras iglesias desde los pulpitos, ese filtro se llama, LA BIBLIA.

Ahora bien, considero importante mencionar que aquellos bereanos, no cuestionaron las enseñanzas de Pablo con una actitud de critica (lo cual, si hubiese sido algo condenable en ellos si lo hubieran hecho), sino que lo hicieron porque querían estar seguros, de que lo que se les estaba diciendo, verdaderamente estaba en las escrituras (en aquel tiempo el AT, hoy es LA BIBLIA completa).
Los mismos apóstoles no se ofendieron, ni se enojaron contra esta gente que cuestionaba “su autoridad” y su enseñanza, al contrario les elogiaron, y me atrevo a decir que Dios mismo estaba de acuerdo con estos bereanos, pues por eso Lucas (el escritor de Hechos) inspirado por el Espíritu Santo escribió este incidente y lo dejo plasmado en este pasaje para todos nosotros hoy día.

Si la iglesia cristiana (hablo en general), hubiese aprendido y practicado este sencillo principio bíblico, no estaría sumida en la grave crisis en la cual se encuentra al día de hoy, llena de falsos maestros, falsos profetas, falsos evangelios, enseñando y diciendo cosas que Jesús nunca enseño ni dijo. Se han convertido en crédulos en lugar de creyentes, por eso tantos lobos rapaces han encontrado en las congregaciones, el blanco perfecto para difundir sus herejías y hacerse de “cristianos borregos”, a los cuales “trasquilan” sin misericordia para engordar sus carteras, o “llenar sus propios vientres” como dice Pablo.

(si no me creen, le invito a ver el video en el siguiente enlace. http://www.youtube.com/watch?v=qVcWIy57XpM)

Por eso hoy en día podemos encontrar infinidad de estos “cristianos borregos” enojados con Dios, diciendo que El los defraudo, o no les cumplió la promesa que les había dado, cuando la realidad es que fueron los hombres los que los defraudaron y los engañaron, diciéndoles que Dios había prometido darles algo que El nunca dijo que les daría. Yo les exhorto a todos aquellos en esa situación, a que vayan con aquellos que les dijeron tales cosas y exíjanles una explicación de todo lo que les dijeron y prometieron y que no ha sido cumplido, ellos son los que deben responder por sus palabras, no Dios. Estoy seguro que te llevaras una no muy grata sorpresa.

En Juan 5:39, Jesús nos esta diciendo: “Escudriñad las Escrituras, porque a vosotros os parece que en ellas tenéis la vida eterna; y ellas son las que dan testimonio de mi”.

Graba esto en tu mente, lo que tu, yo, o cualquier otro hombre o mujer piense u opine, no cuenta, la autoridad de Jesús y su Palabra esta por encima de cualquier pensamiento u opinión de cualquier persona. Solo Su opinión es la que cuenta, Su voluntad es lo que debemos cumplir, y la única manera de conocerla es conociendo a Jesús mismo, y la única manera de conocer a Jesús, es conociendo su Palabra, escudriñándola.
Pidamos al Espíritu Santo entendimiento para poder discernir la verdad, esa verdad que nos hará, VERDADERAMENTE LIBRES.

Dios les bendiga