martes, 25 de agosto de 2009

EL SECRETO DE LA FE

Durante los veintitantos años que viví en casa de mis padres, no recuerdo un día en que mi padre, sin importar la hora a la que se hubiese dormido la noche anterior ni la actividad en la cual hubiese estado, no se levantara a las 5 de la mañana para tener un tiempo de oración y lectura de la Palabra de Dios, el cual duraba de una a dos horas o a veces mas, recuerdo que durante mi niñez y adolescencia cada día el me levantaba 15 o veinte minutos antes de la hora en que debía levantarme para prepararme para la escuela, para leerme la Biblia y orar conmigo, algo que debo reconocer que hoy agradezco profundamente que hiciera, aunque debo confesar que en su momento realmente me chocaba, sin embargo, con el paso del tiempo y conforme fui creciendo, en muchas ocasiones me encontré ante la falta de respuesta a mis oraciones, no llevaba una vida de oración tan disciplinada como mi padre, pero no entendía porque a el Dios si le contestaba y a mi no, y no solo eso, con el tiempo me di cuenta que había muchos en la misma situación que yo, porque menciono todo esto? Porque siempre pensé, aunque conozco como muchos de ustedes la enseñanza bíblica acerca de la oración, que había algún secreto que tal vez el conocía y yo no respecto a la oración; mi padre murió hace unos meses, durante el velorio, alguien se acerco a mi para darme una palabra de parte de Dios, aquella palabra entre muchas cosas, me hizo sentir un profundo compromiso con Dios en cuanto a mi vida de oración, desde hacia tiempo mi familia y yo habíamos estado pasando por diversas dificultades y problemas principalmente en el aspecto económico, y a pesar de nuestras oraciones (de mi esposa y mías), la cosa parecía ponerse peor cada vez, hasta el punto de casi llegar a una completa desesperacion, por ese tiempo la muerte de mi padre recrudeció esta situación, ya que el era nuestro principal apoyo, como padre y como ministro, esa situación me llevo a considerar y a buscar con mayor ahínco una respuesta de parte de Dios a una pregunta especifica: ¿Qué estamos haciendo mal? Hacia tiempo que mi esposa y yo estábamos tratando de caminar con Dios, buscando su voluntad para nuestras vidas, y siendo obedientes a su Palabra, pero repito la cosa parecía ponerse peor cada día, y así cuando todo estaba a punto de derrumbarse, un día estando en el negocio que Dios nos dio, estaba yo leyendo un libro, como parte de mi estudio sobre la alabanza y la oración, y entonces al llegar al capitulo ocho, Dios trajo la respuesta a aquella incógnita, y como muchas veces sucede, la respuesta había estado por mucho tiempo frente a mis ojos, es sobre eso que Dios me mostró, que quiero hablarles en este sencillo articulo, tal vez muchos de ustedes ya lo sepan, otros tal vez ya lo habían olvidado, o tal vez nunca lo habían escuchado, pero en cualquier caso creo que Dios hablara a sus corazones y traerá una frescura a su alma.

Tal vez tu tengas una vida de oración e intercesión disciplinada, oras todos los días, asistes a los cultos de oración, pero por alguna razón que no te explicas, pareciera ser que nada sucede, que no hay respuesta.
Parte de este problema se debe a la falta de una fe poseedora, oras y oras, pero tu oración esta mezclada con dudas, continuamente estas pensando “si esto no se arregla pronto, puedo hacer esto o aquello, o puedo echar mano de aquí o de allá” desde el momento de orar estamos pensando en un plan B por si Dios no contesta nuestra oración, esto puede ser algo conciente o inconsciente, pero en ambos casos la consecuencia es la misma: frustración y derrota.
Si esta es tu situación, te preguntaras ¿como puedo superar esta dificultad? yo te preguntaría, ¿tu vida de alabanza es tan buena como tu vida de oración? Pero no, no me refiero al tiempo de alabanza que tenemos en nuestras iglesias al principio de cada servicio antes de la ministracion de la Palabra, me refiero a tu vida de alabanza.
La Biblia manda que toda la creación debe rendir alabanza al Creador, lean los Salmos 148-150.
También nos dice que la actividad principal en el cielo es la alabanza, Apocalipsis 4:8 nos dice: “…; y no tenían reposo día ni noche, diciendo: Santo, Santo, Santo es el Señor Dios Todopoderoso, que era, y que es, y que ha de venir”.
También pueden leer Apocalipsis 5:11,12; 19:6; Si la alabanza es la actividad que ocupa todo el tiempo en el cielo, no nos da esto una pauta a seguir a cada uno de nosotros los creyentes? Si el cielo considera importante el mantener un coro de incesante alabanza día y noche alrededor del trono, ello debe ser sumamente importante.

La alabanza es la más alta función que cualquier criatura puede realizar. Los rabinos judíos tienen una hermosa enseñanza, entre sus leyendas, acerca de los ángeles. Dicen que hay dos clases de ángeles, los ángeles de servicio y los de alabanza. Y que de estas dos órdenes la última es la más elevada. Dicen también que ningún ángel alaba a Dios dos veces, sino que cuando ha elevado su voz en el cántico de los cielos, en la misma presencia de Dios, deja de ser. Ha sido un ser perfecto, ha alcanzado la altura de su grandeza, ha realizado aquello para lo cual fue creado y por esto se desvanece. Es evidente la falta de fundamento de esta leyenda; sin embargo, expresa una verdad solemne: “Que el principal objetivo de todo hombre y de todo ser creado es glorificar a Dios”. –Dr. Maclaren.

Graben esto en su corazón y en su memoria: Cuando nosotros bendecimos a Dios por sus misericordias, las prolongamos; y cuando le bendecimos por las calamidades, generalmente damos fin a ellas.

Voy a brincarme algunos aspectos en los cuales la alabanza nos beneficia en relación a nuestra vida personal y de familia. (si a alguien le interesan pueden pedírmelos a mi correo y con gusto se los enviare).

Para pasar directamente a lo siguiente: Pablo nos dice en Efesios 6 que: “no tenemos lucha contra carne ni sangre, sino contra principados, contra potestades, contra señores del mundo, gobernadores de estas tinieblas, contra malicias espirituales en los aires”. Por alguna razón, Satanás teme a la alabanza mas que a la oración. Podemos ver un ejemplo en 2oCr. 20, cuando la guerra le fue declarada al rey Josafat, el llamo inmediatamente a la nación al arrepentimiento, al ayuno y a la oración. La gente de toda la nación se reunió en Jerusalén para orar. Como resultado de esto, Dios aseguro a Josafat y a la nación que ellos obtendrían la victoria sin necesidad de pelear, y el pasaje nos dice en los versículos 20-22 “Y como se levantaron por la mañana, salieron por el desierto de Tecoa. Y mientras ellos salían, Josafat estando en pie, dijo: Oídme Juda y moradores de Jerusalén, Creed a Jehová vuestro Dios, y seréis seguros; creed a sus profetas, y seréis prosperados. Y habido consejo con el pueblo, puso a algunos a que cantasen a Jehová, y alabasen en la hermosura de la santidad, mientras que salía la gente de guerra, y dijesen: Glorificad a Jehová, porque su misericordia es para siempre. Y como comenzaron con clamor y con alabanza, puso Jehová contra los hijos de Ammon, de Moab, y del monte de Seir, las emboscadas de ellos mismos que venían contra Juda, y mataronse los unos a los otros.

¿Porque fue tan efectiva la alabanza en esta situación? Porque este era un conflicto espiritual, la verdadera guerra era en el mundo espiritual, Satanás quería destruir a la nación mesiánica, así que había motivado a esta confederación de naciones para destruir a Juda, en un intento por impedir la venida del Mesías. Pero la oración y alabanza de Josafat fueron mas devastadoras para el enemigo que el asalto armado. Respaldado por el esfuerzo nacional de oración y ayuno, la alabanza del coro, desconcertó y confundió a los espíritus malignos que animaban a los enemigos, de tal manera que estos fueron desorientados, confundidos y trastornados, y cayeron en un pánico loco, histérico e incontrolado. En este estado se atacaron entre ellos. Todo este ejercito hostil se “suicido”.

Ahora bien, ¿Por qué es tan efectiva la alabanza en contra de Satanás?
El Salmo 22:3, nos dice que Dios “habita en medio de las alabanzas de su pueblo”. Por los pasajes de Apocalipsis podemos deducir que Dios habita en medio de una atmósfera de alabanza, aunque Dios es omnipresente, El no esta presente en todas partes con su benéfica influencia. Donde hay gozosa alabanza, allí esta El. Y su presencia siempre expele a Satanás, Satanás no puede operar en un ambiente divino. LA ALABANZA ES PODER. Satanás es alérgico a la alabanza, así que, donde hay alabanza, Satanás esta paralizado, atado y corrido.

¿Saben cual era el “secreto” de mi padre? El siempre estaba alabando a Dios, en cualquier circunstancia, en cualquier lugar, en cualquier problema, cuando salíamos a carretera y veía el paisaje hermoso, después de una deliciosa comida, etc. El siempre estaba diciendo: ¡Gloria a Dios! ¡Bendito es tu Nombre Señor! ¡Aleluya! ¡Tu reinas! ¡Tu eres el Señor! ¡Gracias por tu fidelidad! ¡Gracias por tu bendición! La alabanza produce la atmósfera en la cual reside la presencia divina, la alabanza es el escudo mas eficaz contra Satanás y los ataques satánicos. Saben porque? Porque la alabanza fortalece nuestra fe, Romanos 4:20, nos dice que Abraham “se fortalecía en fe, dando gloria a Dios”, la alabanza quita nuestros ojos de nosotros mismos y los pone en Dios. Cuando alabamos y adoramos a Dios, dejamos de tener nuestra atención en nosotros mismos y en las circunstancias y la ponemos en Dios. Cuando desarrollamos una vida de alabanza, Dios se convierte en el centro de nuestra existencia, de nuestra adoración, en lugar de nuestro ego en bancarrota. La alabanza produce el olvido del yo, y el olvido del yo significa salud.
La alabanza garantiza la victoria en oración, porque vence a Satanás, que es el gran antagonista de la lucha en oración.

Es importante también, que sepamos que esta alabanza no debe ser algo ocasional o esporádico, debe de ser una actitud continua, un modo de vida, una alabanza que no fluctúa según nuestro animo o las circunstancias. El Salmo 34:1 nos dice: “Bendeciré a Jehová en todo tiempo; su alabanza estará de continuo en mi boca”.
En 1oCronicas 23:5,30, podemos ver como David habiendo recibido la revelación divina acerca de la importancia de la alabanza para esta tierra, separo y dedico cuatro mil levitas para la sola ocupación de alabar al Señor.
Fueron los tratos de Dios a lo largo de toda su vida lo que desarrollaron estas cualidades. A partir de su llamamiento, David atravesó por el valle del sufrimiento, y siendo fugitivo, experimento nuevas dimensiones de la Fe y del entendimiento; solo un sufrimiento tan extremo pudo producir en este hombre las obras maestras de los Salmos, Charles Spurgeon dijo de él: “Los sufrimientos de David dieron nacimiento a su elocuente y sagrada salmodia”.
El salmo 57:7, nos dice: “Pronto esta mi corazón, oh Dios, mi corazón esta dispuesto; cantare y trovare salmos”. Al momento de escribir este salmo, David estaba huyendo de Saúl, el cual quería matarlo. Podemos ver que la alabanza de David se basaba en un principio, no en un impulso; era la alabanza que había penetrado y permeado las fibras mas profundas de su ser.

Pablo nos dice en Efesios 5:20, “dando siempre gracias por todo al Dios y Padre, en el nombre de nuestro Señor Jesucristo”.
Es verdad que el tipo de alabanza de la cual venimos hablando, no siempre es fácil. Cuando todo va bien, es fácil alabar, cuando todo parece ser favorable a nosotros. Es fácil dar gracias cuando hay salud, éxito, prosperidad, etc. Pero David estaba alabando cuando su vida estaba en peligro. Y Pablo nos dice que demos gracias en TODO. Entonces ese todo debe incluir las cosas que son dolorosas, las humillantes y aun las que parecen desastrosas.

Veamos ahora cual es la base para esta alabanza incesante. “Las manos que fueron traspasadas mueven las ruedas de la historia humana y moldean las circunstancias de las vidas individuales” (Mclaren). Romanos 8:28, nos dice: “Y sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan para bien…”. Nada que sea intrínsecamente maligno puede de manera alguna alcanzar aun hijo fiel de Dios, porque el amor todopoderoso dirige todas las cosas, tanto “malas” como “buenas”, para que a fin de cuentas obren en beneficio de los amados. Esto incluye todo lo que parece peor, aun los errores del hijo fiel de Dios.

La Biblia nos dice en Hebreos 13:15, “Así que, ofrezcamos siempre a Dios, por medio de el, sacrificio de alabanza, es decir, fruto de labios que confiesan su nombre”. Un sacrificio requiere la muerte, en este sacrificio de alabanza, es el ego, el que debe morir, es decir, debemos sacrificar nuestro propio juicio, nuestra propia opinión, nuestra perspectiva de las cosas y alabar a Dios siempre por todas las cosas. El “fruto de labios” se refiere a que este sacrificio esta incompleto hasta que la alabanza es expresada verbalmente.
El único tiempo cuando uno puede ofrecer este “sacrificio de alabanza” es cuando las cosas parecen estar resultando mal, porque es solamente entonces cuando somos llamados a morir a nuestras propias opiniones, decisiones y juicios.

Cuando ofrecemos este “sacrificio de alabanza” estamos profesando nuestra fe en que Dios es supremo y benevolente, esta fe nos lleva a “estar quietos y conocer que El es Dios” (Sal. 46:10). Esta fe sabe que Dios tiene todo en sus manos, que no hay nada que se le haya salido de control, sabe que Dios es supremo y todopoderoso para darnos la salida a todas las circunstancias difíciles por las cuales atravesamos.

En muchas de las circunstancias difíciles por las cuales atravesamos, lo mas importante es el cambio de nuestra actitud, Dios nos pasa por los tratos personales para santificarnos y para que avancemos hacia madurez, el cambio interior es mas importante que el cambio de las circunstancias. El saber que solo algo bueno puede resultar para el hijo de Dios de las circunstancias difíciles, es base suficiente para una vida de continua alabanza.

Satanás tiene la firme intención de usar la adversidad para calumniar a Dios y apartarnos de el, haciéndonos dudar de sus motivos, de su bondad y de su justicia. Nos sugiere que Dios nos ha maltratado y que si El fuera tan bondadoso y todopoderoso no debería permitir nunca que la adversidad venga sobre nosotros.
Si nosotros aceptamos la sugerencia de Satanás y comenzamos a dudar y a culpar a Dios por nuestra circunstancia, entonces comenzamos a rebelarnos contra Dios y nuestro carácter se deteriora. Esto es lo que Satanás busca, cuando lo logra, entonces el ha triunfado.

Pero si nosotros por el contrario, permitimos que la desdicha, la aflicción, la enfermedad, nos acerque mas a Dios, el efecto es totalmente opuesto. Cuando aceptamos los aparentes problemas como algo que viene de Dios, con el firme propósito de moldearnos para hacernos mas como Jesús y con el firme propósito de bendecirnos al final, y entonces le alabamos y bendecimos su Nombre, esta es la reacción que fortalece y refuerza en nosotros todo lo que es mejor y mas semejante al carácter de Cristo Jesús. Con esta reacción, se cumple el propósito de Dios y Satanás ha sido derrotado. La adversidad nos ha dejado mas fortalecidos en la fe y en nuestro conocimiento de Dios.

Puedes ahora decir: he sido enormemente bendecido por este problema, por esta adversidad, por esta enfermedad, etc.? No crees que un Dios que toma todo lo “malo” aun los errores y pecado de un penitente hijo de Dios y por medio de la alquimia de su gracia divina lo transforma en bendición para sus hijos de modo que mejora nuestro carácter y sirve para la gloria de Dios, es digno de incesante alabanza?

Yo creo que eso nos lleva a concluir que nuestro Dios merece que obedezcamos la exhortación que Pablo nos hace en Efesios 5:20, “dando siempre gracias por todo al Dios y Padre, en el nombre de nuestro Señor Jesucristo”

El mal que El bendice es bueno,
y el bien no bendecido es malo,
y todo es bueno aunque parezca malo,
si es esa su dulce voluntad.

“No te sobrevendrá mal, ni plaga tocara tu morada”. (Sal. 91:10). Esta es la base para la fe en que nada intrínsecamente malo puede ocurrir al creyente que es fiel hijo de Dios.

El secreto de la oración contestada, es la fe que no duda, y el secreto de la fe que no duda, es la alabanza continua, alabanza que es un modo de vida.

Recuerda hno (a). los problemas para todo cristiano no son problemas, son oportunidades.

La Biblia no dice en Apocalipsis 3:21, “Al que venciere, le daré que se siente conmigo en mi trono, así como yo he vencido, y me he sentado con mi padre en su trono”.

Hace algunos años mi padre me contó que cuando el llego a la iglesia donde estuvo hasta el momento de su muerte, seguido escuchaba a varios hermanos hablar acerca de ser vencedores y oraban porque Dios les diera la victoria y los hiciera vencedores, entonces el se acerco al pastor y le dijo: “Pastor quiero que ore por mi para que Dios me haga un vencedor” el pastor oro por el, pidiéndole al Señor que le trajera adversidad, problemas, dificultades, en un momento el le dijo, pastor le pedí que orara para que Dios me de la victoria y pueda ser un vencedor, no que ore porque tenga problemas, el pastor le dijo, si no hay problemas, si no hay dificultades, sobre que quieres ser vencedor?
Estimado hno (a). desde hoy, en cada problema, en cada enfermedad, en cada adversidad, comienza a ver una oportunidad para ser mas que vencedor, recuerda que Cristo ya venció en la cruz del calvario, y esa victoria es nuestra. Satanás esta derrotado y ha sido puesto debajo de nuestros pies, ¡Aleluya! Cristo Reina, a El sea toda la gloria, todo el honor, bendito por los siglos, ¡Amen!

Así que todo lo que debes hacer es alabarlo y adorarlo, recuerdo a una Hna. De la iglesia, que siempre que alguien se le acercaba para hablarle acerca de algún problema, ella decía: Alabale mi lindo (a).

Así que ahora ya sabes que hacer, para que recibas la respuesta a tu petición.
Dios les bendiga.