jueves, 15 de octubre de 2009

¿Estas seguro que eres salvo?

Mateo 7:21-23, dice: “No todo el que me dice Señor, Señor, entrara en el reino de los cielos, sino el que hace la voluntad de mi Padre que esta en los cielos. Muchos me dirán en aquel día: Señor, Señor, ¿no profetizamos en tu nombre, y en tu nombre echamos fuera demonios, y en tu nombre hicimos muchos milagros? Y entonces les declarare: nunca os conocí; apartaos de mi, hacedores de maldad".

Antes de comentar sobre este pasaje de la escritura, quiero aclarar algo, para aquellos que vieron el video que les mostré anteriormente, ya que puede haber un poco de confusión y no es esa mi intención.

Sin lugar a dudas, la salvación es solo por gracia (es un regalo), no hay absolutamente nada que podamos hacer en nuestro esfuerzo propio para obtenerla, Jesús la gano para nosotros a través de su muerte y su resurrección, El es quien nos la ofrece gratuitamente. Rom. 3:23,24, dice: “por cuanto todos pecaron, y están destituidos de la gloria de Dios, siendo justificados, gratuitamente por su gracia, mediante la redención que es en Cristo Jesús”.

Aclarado este punto, paso a lo siguiente:

En muchas iglesias (hablo en general), se habla acerca de la salvación, pero no siempre con un total apego a las escrituras, o a veces omitiendo algún aspecto importante de esta. A que me refiero? Algunos gustan de predicar que Dios es amor, otros incluso se atreven a decir que Dios es tan bueno, que al final todo el mundo se salvara, pero se les olvida mencionar, que Dios también es justo, y que no puede ser burlado, y que todos somos pecadores, hemos hecho lo malo delante de Dios y por eso somos “culpables” y merecemos la muerte y pasar la eternidad en el infierno, separados de Dios.

Ahora bien, como dije anteriormente, Cristo pago el precio que Dios el Padre exigía por el pecado, y es Cristo quien nos ofrece, como ya dijimos, la salvación gratuita.

Pero, como es que podemos nosotros obtener esta salvación? En nuestro esfuerzo propio, como ya dijimos, no podemos en lo absoluto, sin embargo, la Biblia nos dice algo a este respecto, Romanos 10:9,10, dice: “que si confesares con tu boca que Jesús es el Señor, y creyeres en tu corazón que Dios le levanto de los muertos, serás salvo. Porque con el corazón se cree para justicia, pero con la boca se confiesa para salvación”.

El problema hoy en día es, que en muchas iglesias se pone un énfasis especial en el confesar con la boca, pero, lo más importante ni se menciona, creer con el corazón en Jesús, en su muerte y en su resurrección.
Ahora, no quiero decir que la confesión no sea importante, Jesús mismo le dio un gran valor a esta confesión de Si delante de los hombres en Mateo 10:32,33. (mas adelante ahondare un poco más en esto).

Por ahora volvamos al pasaje de Romanos, al final del versículo 9, nos dice: “serás salvo”, esta frase engloba la confesión de boca y la fe de corazón, pero en la segunda parte del versículo 10 leemos: “con la boca se confiesa para salvación” antes de continuar, y para evitar confusiones debo mencionar, que el vocablo “salvación” en este versículo, no esta limitado al acto o al momento de la justificación, sino que esta abarcando la realización de todos los propósitos que Dios quiere cumplir en cada aspecto de nuestra vida.

Podemos entonces decir que el elemento primordial, de parte del hombre, para alcanzar la justicia, es la fe, creer de corazón que Dios levanto de los muertos a Jesús.

Esto nos lleva a una conclusión, la confesión de boca, sin la fe de corazón, es una gran hipocresía, lo cual a su vez nos lleva a considerar sobre el pasaje que citamos al principio de este artículo. La pregunta es: ¿a quienes se refería Jesús en este pasaje?

El esta diciendo, “no todo el que me dice Señor, Señor entrara en el reino de los cielos”. Definitivamente, confesar a Cristo como Señor nuestro, como decimos en México, de dientes para afuera, no sirve. O acaso podemos pensar, que Aquel, del cual dice la escritura, que mira el corazón, se va a conformar o va a aceptar meras palabras o manifestaciones, sin una realidad interior?

Yo creo que Jesús se refería aquí a todo esos “cristianos” que hay en muchas iglesias el día de hoy, que piensan que son salvos, solo porque asisten a la iglesia e imitan a los que acuden a ella, y un día repitieron como “pericos” la oración que algún predicador les dijo, algo así como: “repite esta oración después de mi y serás salvo” como si fuera una oración mágica.

Pero Jesús mismo nos esta diciendo en este pasaje cual es el verdadero requisito para ser salvo, “sino el que hace la voluntad de mi padre que esta en los cielos”, y cual es esa voluntad a la cual se refería Jesús? Jesús mismo nos da la respuesta en Juan 6:40, “Y esta es la voluntad del que me ha enviado (el Padre): que todo aquel que ve al hijo, y cree en el, tenga vida eterna; y yo le resucitare en el día postrero”.

Nuevamente vemos aquí, ¿quieres ser salvo? Debes creer en Jesús, tener fe en El.

Quiero mencionar que en el idioma griego, la palabra fe y creer, son casi lo mismo.

En todos los pasajes que hemos mencionado, en los cuales se nos habla de creer en Jesús, la palabra que se encuentra en el original es pisteuo el significado de esta palabra, que se traduce creer al español, denota una acción, no una mera creencia.

Así pues, Jesús continua diciendo: “muchos me dirán en aquel día, Señor, Señor, ¿no profetizamos en tu nombre, y en tu nombre hicimos muchos milagros, y en tu nombre echamos fuera demonios? Y entonces les declarare: nunca os conocí; apartaos de mi, hacedores de maldad”.

Ahora creo que para todos, es muy claro lo que este pasaje nos dice, el hecho de que alguien pueda aparentemente profetizar en el nombre de Jesús, o hacer milagros, o echar fuera demonios, no es garantía de que los tales sean salvos.

Aquí quiero retroceder un poco al pasaje de Romanos, específicamente a la parte que nos habla de la confesión con nuestra boca. Y te pregunto ¿puede un inconverso confesar que Jesús es el Señor? SI, ¿puede un inconverso decir que cree en Jesús, aunque no lo crea de corazón? SI.

Pero, ¿puede un supuesto creyente en Jesús de corazón, no confesarle con la boca? Tal vez si, pero seria una enorme cobardía y definitivamente seria un motivo para dudar de que sea salvo.

La confesión de fe para los verdaderos creyentes en Jesús, es especialmente dura en tiempos de persecución; cuando confesar que Jesús es el Señor, implica ser perseguido, torturado y asesinado, definitivamente, solo Cristo, viviendo por la fe en nuestros corazones puede darnos la gracia y el poder necesarios para confesarle en tales circunstancias.

Este tiempo, es un tiempo en el cual, al mirar a nuestro alrededor, podemos darnos cuenta en todo lo que esta sucediendo en el mundo, que las señales de los últimos tiempos se están cumpliendo, has pensado que tal vez, muy pronto, los cristianos podemos empezar a ser perseguidos a causa de nuestra fe? De hecho en varios lugares del mundo, incluyendo a Mexico, esta persecución es ya una realidad, ¿estas listo para confesar a Jesús? aunque eso te cueste ser perseguido, torturado e incluso el ser asesinado?

Ahora, quiero ir un paso mas adelante, la fe que salva, no es una fe que solo cree la verdad de que Cristo murió y resucito, sino que abraza esa verdad con el corazón y los afectos, siendo así el origen de una obediencia sincera a la voluntad divina, no solo la voluntad divina de creer en Jesús, sino la voluntad de Dios para cada aspecto de nuestra vida, y esto, creo, que definitivamente debe manifestarse en nuestros sentimientos y en nuestras obras.
Una vez que hemos sido salvos, ese es justo el momento de empezar a vivir por fe. ¿Estas recibiendo cada día la bendición de vivir por fe y no por vista? Lo que has aprendido de la Palabra de Dios y aun tal vez lo que has enseñado a otros ¿esta cambiando tu manera de vivir?

Yo se, una vez que hemos sido salvos, justificados, viene el proceso de santificación, el cual, por cierto, durara toda nuestra vida o hasta que Cristo venga.
Pero acaso esa fe que salva, solo nos cambiara de religión? o solo cambiara nuestros ritos congregacionales? Yo digo que no.
La fe en Cristo, es una fe que transforma nuestro ser, que produce en nosotros arrepentimiento, que nos hace depender de Dios, que nos hace vivir concientes de Su Presencia en todo momento, que nos lleva a vivir produciendo fruto bueno.

Galatas 2:20, dice: Con Cristo estoy juntamente crucificado, y ya no vivo yo, mas vive Cristo en mi; y lo que ahora vivo en la carne, lo vivo en la fe del Hijo de Dios, el cual me amo y se entrego a si mismo por mi”.

Hoy te puedo decir con toda convicción que cuando somos salvos, justificados, tenemos que empezar a vivir una vida completamente diferente.

Siempre que me preguntan, les digo que el cristianismo no es una religión, el cristianismo es un estilo de vida, es una forma de vivir, EL CRISTIANISMO, ES CRISTO VIVIENDO SU VIDA A TRAVES DE NOSOTROS.

No es 50% Cristo y 50% nosotros. Es 100% Cristo. Eso es lo que Pablo esta diciendo, estoy vivo, pero no yo en realidad, sino Cristo en mi.

Yo te invito a que examines tus caminos, pues no se es salvo solo por repetir la oración que un predicador te dicta, sino por creer con el corazón, que Jesús pago con su vida misma, para darnos libre acceso al trono de la gracia, limpios de nuestros pecados, y sabedores de que El nos ha dado una nueva naturaleza, para que olvidando lo que quedo atrás, ahora vivamos una nueva vida, una vida abundante.

Yo creo que Cristo esta muy cerca, a las puertas como dice la escritura; asegurate en El, no sea que al llegar delante de El, te sorprenda al salir de su boca palabras dirigidas a ti, diciendo, apártate de mi, no te conozco.

Dios les bendiga.