domingo, 5 de junio de 2011

¿CRISTIANOS VENCEDORES Y CRISTIANOS VENCIDOS?

¿Acaso existe un Cristo vencedor y uno vencido?, ¡DE NINGUNA MANERA!. Solo un Cristo quien es la cabeza, solo una iglesia que es el cuerpo y la amada esposa, redimida por la sangre del Hijo, escogida por la soberanía del Padre y la cual persevera por el poder de el Espíritu... Dios se queda con la gloria, nosotros con la gracia...Erick Carrillo

Digamoslo de una vez, esta es una doctrina, no heretica, es satanica, es totalmente antibiblica, y esta arrastrando a muchas almas al infierno, almas que han decidido creer que pueden vivir como se les de la gana, pecando cinicamente, y asistiendo cada domingo a la iglesia solo a darse golpes de pecho, para calmar su conciencia, y volver de nuevo en la semana a su vida de pecado e indiferentes hacia Dios y Su Palabra, creyendo que total, ya son salvos y al final iran al cielo. !!!FALSO!!!. Abran los ojos, por favor, les han engañado vilmente.

La Biblia, en contexto, enseña que la persona que en realidad es salva perseverará y vencerá como consecuencia natural de su salvación. He aquí algunos pasajes que corroboran esto:

“Cualquiera que se extravía, y no persevera en la doctrina de Cristo, no tiene a Dios; el que persevera en la doctrina de Cristo, ese sí tiene al Padre y al Hijo” (2 Jn. 9).

Entonces, ¿qué sucedió con aquellos que luego de un tiempo, tal vez años, volvieron al mundo abandonando completamente la fe? De acuerdo con la Biblia es muy posible que nunca fueran salvos. Podrán haber estado vinculados estrechamente con el cristianismo, pero en realidad nunca creyeron (1 Jn. 2:19). Hay una diferencia entre reformación temporaria y regeneración permanente. Nosotros podemos ver sólo las apariencias, pero Dios conoce el corazón (1 S. 16:7). Desde el punto de vista de Dios, la persona una vez salva es siempre salva.

“Salvo siempre salvo”: ¿Permiso para pecar?

¿Quiere decir esto que si usted es salvo, puede entonces vivir la vida que quiera y practicar el pecado sin temor de ninguna consecuencia? En ninguna manera. Atendamos a las palabras de Pablo: “Porque vosotros hermanos, a libertad fuisteis llamados; solamente que no uséis la libertad como ocasión para la carne…” (Gá. 5:13).

En verdad, si la persona es un verdadero hijo o hija de Dios, al volver a una vida de pecado se arriesga en gran medida a la disciplina de Dios. Hebreos 12:8 dice lo siguiente: “Pero si os deja sin disciplina, de la cual todos han sido participantes, entonces sois bastardos, y no hijos”. Cuando la persona vuelve a una vida de pecado luego de haber estado asociada con las cosas de Dios y permanece un largo tiempo en su rebelión aparentemente sin mayores problemas, razones hay para pensar que nunca fue salvo en primer lugar.

Primera de Corintios 11 nos muestra que ciertos cristianos que vivían en pecado estaban enfermos y debilitados, y otros ya habían muerto a causa de ello (vv. 28-30). El capítulo 5 de la misma epístola habla de un cristiano viviendo en serio pecado. Pablo expresa lo siguiente con respecto a éste: “El tal sea entregado a Satanás para la destrucción de la carne, a fin de que el espíritu sea salvo en el día del Señor Jesús” (1 Co. 5:5).

Examinando los frutos de una vida

“Todo aquel que es nacido de Dios no practica el pecado, porque la simiente de Dios permanece en él; y no puede pecar, porque es nacido de Dios”. Estas son palabras del apóstol Juan en su primera carta (3:19). Esto no significa que el cristiano no pueda pecar, sino que no hará del pecado un estilo de vida. Si un cordero y un cerdo caen en el lodo, las actitudes de ambos serán muy diferentes. El cordero va a querer salir y eventualmente lo hará, pero el cerdo permanecerá allí muy cómodo. Lo mismo es con la persona que realmente ha sido regenerada por el Espíritu de Dios y la que sólo presentó la apariencia de ser cristiana pero nunca fue salva.

Algunos comentarios fueron tomados del articulo "¿Es posible perder la salvacion? escrito por el Hno. Pablo Santomauro